Centro Residencial Internacional para el Observatorio Oceanológico / Atelier Fernandez & Serres

Curado por Matheus Pereira

Arquitectos: Atelier Fernandez & Serres; Atelier Fernandez & Serres
Área: 2980 m²
Año: 2013

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto consiste en un restaurante y espacio de trabajo para investigación científica. El edificio forma parte de un complejo de facilidades que incluye un centro de investigación oceánica y el observatorio Banyuls-sur-Mer en Francia. El observatorio se encuentra en medio de la Reserva Natural Marina Cerberes-Banyuls en la facultad oriental de Pyrénées. Su propósito, como un centro de investigación científica y formación es acomodar a científicos y estudiantes de todo el mundo durante cortas investigaciones y misiones de experimentación.

El edificio se emplaza en la costa y continúa a lo largo de la topografía existente, sea el cielo, suelo u horizonte. Reinventa la relación entre el paisaje y la vista y acompaña el plan de altura de edificios para la ciudad. Sus tonos ocres reflejan las colinas circundantes y la naturaleza del suelo que comprende las terrazas cultivadas al interior del país. Las colinas cubiertas de viñedos se elevan sobre el mar y brillan con los profundos tonos terrenales de óxido de hierro.

El proyecto, un monolito rectangular, recubierto completamente con un vestido de color rosa-coral ocre, se enfrenta a la marina. Marca también los límites de la costa y la ciudad. Detrás de la ondulada envolvente, se proporciona el acceso a las habitaciones a través de grandes pasillos periféricos que también sirven como balcones en las habitaciones. Los pasillos están cubiertos con una malla de concreto inspirada en el claro y transparente diseño de coral (Gorgones). Desarrollamos fachadas utilizando una cantidad limitada de formas diferentes, también llamadas hebras, que fueron puestas en el sitio. Las hebras fueron ensambladas en módulos según un simple algoritmo matemático que genera una vibración en la sombra y materia.

El restaurante se encuentra en el segundo piso. Su presencia se destaca por una ruptura en la malla de coral, una ventana invita al paisaje interior, y que ofrece una vista panorámica del horizonte y el mar abierto. La colorida malla de hormigón es al mismo tiempo una baranda y filtro visual hacia el mar. Proporciona una pared que garantiza la intimidad de usuarios, habitaciones y pasillos. También cuenta con aberturas que ofrecen una sutil variación a la estructura del paisaje cercano y lejano.

La mirada es atraída desde el interior hacia el exterior y revela el paisaje. Las vistas se convierten en ritmos, acentuado por los movimientos y diferentes usos. El centro residencial internacional de Banyuls-sur-Mer recibe la energía desde el Mar Mediterráneo. Más allá de la simple materia, el proyecto se enmarca dentro de un enfoque poético y científico con el fin de revelar el paisaje.